miércoles, 25 de abril de 2007

jueves, 5 de abril de 2007

martes, 27 de marzo de 2007

miércoles, 21 de marzo de 2007

jueves, 15 de marzo de 2007

¡Que monos!, me etiquetaron.



Les cuanto a mis fieles lectores, que uno de mis posibles pacientes, en su afán por conocer algo de mi intrincada personalidad, me ha etiquetado.

Pues bien. A continuación y sin más rodeos, paso a enumerar 6 monías , perdón, manías:

1. Limpiar mis lentes solo con las babas de mis dos queridos caracoles, Petulante y Sumisa, esto además de darles una mayor razón de existencia a mis queridos desmemoriados permite una claridad absoluta en mis cristales.

2. Mirar todas las novelas y series televisivas una sola vez y por quince minutos y tener la certeza de entender todo el drama y su argumentación inocua y empobrecida. (En la mayoría de casos hasta armo el final pefecto)

3. Regar mis cactús con gotera y ponerle nombre a cada gota antes de que toque la tierra.

4. Saltar sobre el Divan siete veces antes de que llegue mi próximos paciente.

5. Dejar errores ortográficos en escritos públicos para molestar a los obsesivos con el tema. Esto casi es una manía carmica, yo solo soy el trasmisor de un deseo del universo.

6. Quejarme de las películas de acción que ponen en los buses inter urbanos, especialmente las de Karate, pero en el fondo las disfruto y me quejo si la imagen se altera.

Ahora debo pasar la posta. Mis escogidos son.....





lunes, 5 de marzo de 2007

jueves, 1 de marzo de 2007

lunes, 26 de febrero de 2007

miércoles, 21 de febrero de 2007

domingo, 18 de febrero de 2007

jueves, 15 de febrero de 2007

lunes, 12 de febrero de 2007

Heme aquí


Después de varios años de haberme encontrado en un solipsismo animado entre en una profunda crisis. Mis años de asceta, gurú, usurero, trapecista y ladrón entrenado, sumado a mis innumerables estudios especializados no podían quedarse estancados en la mediocridad de mis pasatiempos de bohemio y vago. El pantano espiritual en el que me encontraba me fue subsumiendo en el lado oscuro de la razón, lo entendía todo, y todo me entendía a mí. Esta situación me generaba una angustia insoportable, sumada a mis fobias a los triciclos y mi adicción a las bananas artificiales, me hicieron tomar una seria decisión.

Lo primero que hice fue escribir una carta a mi abuela Ramona, la única familiar con la que tengo contacto. En la que le describía con detalles casi mórbidos cada una de mis sensaciones y la necesidad grañidísima de tomar uno nuevo rumbo en mi vida. Ramona una mona sabía, que ha tenido vida de circo por 73 años, me respondió un telegrama que me cambio la vida y que ahora me permite estar aquí, con todos ustedes mis queridos adelantados por un escalón.

El telegrama decía:

Mono l o g mono b lo g mmmmm o nnnn ooooo

A mi abuela siempre le gustaron las metáforas, era una adicta a las novelas policíacas, y no me esperaba algo diferente, el desafío era grande, pero me concentre, acudí a todos mis libros, la enciclopedia egipcia, mi almanaque del 79 y la guía telefónica. Siete meses comprendí que debía compartir con el mundo todo lo que soy fui y seré.

Así que ahora les presento y les invito a ser parte de Monologo un espacio de análisis, introspección, pensamiento y trascendencia. Ese espacio que estaba esperando por ti, mi espacio, tu espacio, nuestro espacio.

Bienvenidos.